domingo, 28 de septiembre de 2014

Paul Gauguin y El cuadro que Tenía que ser la Culminación de su vida Artística y su Legado.

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? ( diciembre de 1897)



Es un cuadro de Paul Gauguin hecho en diciembre de 1897 durante su segunda estancia en Tahití. Se conserva en elMuseo de Bellas Artes de Boston.


Eugène Henri Paul Gauguin, fue un pintor postimpresionista. Desarrolló la parte más distintiva de su producción en el Caribe (Martinica) y en Oceanía (Polinesia Francesa), volcándose mayormente en paisajes y desnudos muy audaces para la época por su rusticidad y colorido rotundo, opuestos a la pintura burguesa y esteticista predominante en la cultura occidental.Su obra está considerada entre las más importantes de los pintores franceses del siglo XIX y mantuvo su influjo más tiempo que los impresionistas, contribuyendo decisivamente al arte moderno del siglo XX. Sus experimentos sobre el color y, en general, el conjunto de su obra influyeron en la evolución de la pintura, tanto en Picasso como en el expresionismo alemán, y tuvieron especial impacto sobre el fauvismo (movimiento que se desarrolla entre 1898 y 1908).



En 1897 Gauguin vivió sucesivamente en un estado de euforia y de depresión. Se encontraba enfermo, sin dinero, decepcionado de los amigos de París que no lo ayudaban y enfrentado con las autoridades coloniales. En primer lugar, su situación económica se vuelve prácticamente insostenible –lo cual no le impediría, sin embargo, rechazar una asignación del Ministerio francés por considerarlo una “limosna”-, y por otra parte la sífilis y el alcoholismo convierten su estado físico en una tortura.

En la primavera de 1897 recibió la noticia de la muerte de su hija Aline, de diecinueve años, de quien tenía esperanzas con su talento artístico. Su salud empeoró con una infección en los ojos y una crisis cardíaca. Esta muerte supuso no sólo la ruptura del artista con su esposa, a la que acusó irracionalmente de la pérdida de su hija, sino con la Fe que aún podía conservar. En una devastadora carta fechada ese mismo año, Gauguin afirma: “Mi hija ha muerto. Ya no quiero a Dios.”
Anunció una decisión drástica: si el próximo barco no traía buenas noticias, de su marchante o de sus amigos, se suicidaría.En este estado mental Gauguin emprende la titánica tarea de pintar su testamento artístico, la obra que reúne en si misma todas las demás obras del artista: “¿Quienes somos? ¿De donde venimos? ¿A dónde vamos?” no es simplemente la obra más colosal que Gauguin pintó vida (139- 375 cm.) sino que desarrolla por completo la doctrina filosófica y pictórica del artista.Una vez acabado se subió a la montaña y se tomó una sobredosis de arsénico que el médico le había recetado para el eccema. La dosis era tan grande que la vomitó y sobrevivió. La curiosidad por ver las reacciones de su cuadro le ayudó a recuperarse. De hecho, se vendió de inmediato.

Las tres preguntas son las típicas que un tahitiano, curioso y hospitalario, hace a un extraño que se encuentra por el camino: ¿quién eres? ((o vai ´oe?), ¿De dónde vienes? (nohea roa mai ´oe?), ¿Dónde vas? (te haere ´oe hea?). Seguramente a Gauguin le habían hecho a menudo estas tres preguntas, que las transforma en la primera personal del plural y hace una alegoría de la vida.



Con un formato llamativamente horizontal, el lienzo sigue una evolución cronológica inversa, comenzando en su extremo izquierdo con la desoladora figura de una momia que, en posición fetal, tapa sus oídos como intentando mantenerse ajena a toda la escena; mientras que en el extremo izquierdo, un bebé, símbolo de la inocencia y la vida, es cuidado por tres jóvenes tahitianas. En el centro, la figura del hombre que coge un fruto simboliza la tentación y caída del hombre. Estructurando el cuadro en un sentido cronológico inverso, Gauguin parece señalar lo primitivo, lo inocente, como único camino a seguir por el artista.

«Junto la muerte de una vieja, un pájaro extraño y estúpido lleva todo a su final».

Es la muerte pero también el renacimiento. La mujer tumbada y apoyada con un brazo es Vairaumati, que Gauguin llama Eva tahitiana. Según la leyenda, Vairaumati engendró el primero de los arioi, una sociedad privilegiada dedicada al amor y a la guerra, y luego fue divinizada.

La mujer vieja, representada previamente como «Eva bretona» que se tapa los oídos para no escuchar la tentación del pecado, es una réplica de una momia peruana en posición fetal que fue expuesta en el Musée de Ethnologie du Trocadéro de París, y que hoy se encuentra en el Musée de l'Homme. Se puede interpretar tanto como la muerte, la eternidad o el ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación.«A sus pies un extraño pájaro blanco, con una lagartija entre las garras, representa la inutilidad de las palabras vanas».
Como en Tahití no hay serpientes, la lagartija representa el pecado original.



Gauguin se mostraba molesto por tener que explicar la idea del cuadro. Decia que cuando un crítico no encuentra referentes históricos o pictóricos no entiende nada, y que no tiene por qué abrir los ojos al gran público. Pero en diferentes cartas da algunas interpretaciones. Escribe: «He hecho una obra filosófica temáticamente similar al evangelio.»Curiosamente el cuadro representa a doce figuras humanas más un ídolo.

El cuadro es un escenario de la vida y la actividad humana, desde el nacimiento hasta la muerte, leído de derecha a izquierda.

Por más que seamos grandes , todos fuimos bebés , porque venimos de la panza de nuestras Mamás , es decir , de la reproducción de nuestro padres ...

Para leer una descripción más detallada del cuadro les recomiendo:
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