Marcus Levine nació en 1965 Gran Bretania. Estudió arte en "Jacob Kramer Art College", Ciencia y Técnica Gráfica, y obtuvo su licenciatura en Artes en Cornwall College de Arte y Diseño. Trabajó en "Harlic televisión HTV Bristol" como diseñador de T.V y enseñó a los recién llegados Quantel Paintbox, un ordenador de gráficos sofisticados que se utilizó para crear las escenas de animación en la película Avatar.
Después de finalizar sus estudios Levine pasó un poco más de un año con HTV Bristol antes de ser finalmente persuadido por su padre para unirse al creciente negocio de la familia, la venta de máquinas de impresión .. Se incorporó como director de Marketing y Ventas, y en los años siguientes, viajó por el mundo en el negocio . Su plan era ganar suficiente dinero para dejar el negocio y centrarse en convertirse en un escultor y artista.
No fue sino hasta 2004 que finalmente decidió que quería hacer arte para ganarse la vida, y se mudó a Budapest. Comenzó martillando clavos en tablones de madera compuesta y completó su primera obra de arte con clavos en 2005. Él continuó perfeccionando su técnica, la creación de interpretaciones cada vez más dinámicas y empujando los límites con cada nueva pieza de arte.
tarda entre tres días y dos meses para completar una de sus obras maestras y utiliza entre 15.000 y 50.000 clavos. Mediante la colocación de ellos en varias alturas y distancias, se puede crear diversos tonos y manipular la intensidad de los contornos. Domina varias técnicas, como ondulando la altura de un clavo o girar su cabeza redonda, pero Marcus admite que la luz tiene un papel importante en su arte, "del sol de la mañana al sol vespertino las sombras a través de las esculturas cambian y la afectan, y mediante la alteración de la iluminación artificial, las esculturas pueden aparecer tan ligeras como un dibujo a lápiz o tan oscuro como la vida de dibujo de carbón ".
El uso de hasta 50.000 clavos de acero rígidos para recrear algo tan frágil y con curvas como el cuerpo humano no es una tarea fácil, pero el artista Marcus Levine lo logra sin siquiera un boceto
Probablemente la cosa más impresionante sobre el arte de Marcus Levine es que no dibuje nada de antemano. Él admite que después de terminar una pieza la mira y se pregunta "ahora qué hago con esto?", Pero luego se recuerda a sí mismo que a fin de hacer un comienzo tiene que dar el primer paso, por lo que toma un punto y coloca un clavo, luego añade otro, y otro, hasta que el trabajo comienza a tomar forma. En este punto, que ya está en su "zona" y ya no piensa en ello, simplemente martilla clavo tras clavo.
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