sábado, 17 de mayo de 2014

Arte en el Metro de Moscú


El metro de Moscú tiene 182 estaciones distribuidas en doce líneas y una longitud de tendido subterráneo de 298 kilómetros. Estos datos lo convierten en el tercero más largo del mundo después de Londres y Nueva York. Es conocido también por su decoración, muy variada y rica en muchas de las estaciones, que representa el arte de la época del realismo socialista. 44 de las 182 estaciones son monumentos arquitectónicos y fueron premiadas en numerosos concursos internacionales.



“Tagánskaya” (Línea Circular) Inaugurada el 01 de enero de 1950 Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial comenzó la construcción de la cuarta fase del metro de Moscú -la línea Circular .La experiencia de la última guerra influyó principalmente en las características técnicas de la línea: todas las estaciones fueron construidas con una considerable profundidad. Habiéndose recomendado como refugios antiaéreos fiables, el Metro de Moscú ahora se proyectaba tomando en consideración esta capacidad defensiva. La profundidad de la estación “Tagánskaya” es de 53 metros, La gran profundidad condicionó la creación de dos escaleras mecánicas con pendiente constante. El techo en forma cupular de la sala entre las escaleras mecánicas se coronaba con el escrito “Saludo a la Victoria” (artista A. Shiriaeva).
Las estaciones del Metro de Moscú, llamadas "los palacios subterráneos de Moscú", constituyen una de las principales atracciones de la ciudad. Las antesalas y salas se distinguen por su esplendor verdaderamente palaciego.
Son monumentos de la arquitectura, indisolublemente vinculados con la historia de Moscú y del país, en las cuales se han encarnado todas las etapas de desarrollo de la arquitectura nacional. Las estaciones antiguas, anteriores a la Guerra, representan un símbolo de la industrialización de la época.

Estación Kíevskaya (línea Arbatsko-Pokróvskaya). Es una estación de pilares (el tipo más antiguo y difundido de estaciones a gran profundidad, como regla de tres salas: una central y dos laterales), con tres bóvedas, ubicada a gran profundidad (38 m).
V. Litvínov, uno de los autores del proyecto (vencedor entre las 42 obras expuestas)dijo: "Los frescos sobre los pilares de la sala central muestran a Ucrania Soviética, una república internacional abierta al mundo. Por eso, el interior de Kíevskaya es una imagen visual de la fiesta que despierta enorme entusiasmo, expresado tanto en el ritmo como en la gama de colores". La impresión es completada con las arañas de cristal tallado que deja sombras arabescas en las bóvedas.

La decisión de construir el metro de Moscú fue adoptada el año 1931, aunque el primero de dichos proyectos, el ayuntamiento lo aprobó mucho antes de la Primera Guerra Mundial. La primera línea del metro de la capital ("Sokolnicheskaya" (línea roja), con 13 estaciones, tuvo sus primeros pasajeros el 15 de mayo de 1935. la nueva estación "Slavianski Boulevard" ("Bulevar Eslavo"), se inauguró el 7 de septiembre del año 2008 en la actual"Arbatsko-Pokrovskaya" línea (línea azul).
Las estaciones "Mayakovskaya", Plaza de la Revolución, "Kropotkinskaya", "Komsomolskaya" (circular), "Novoslobodskaya" y otras están entre los monumentos más interesantes de la arquitectura de los años1930—50. Algunas de ellas están oficialmente bajo protección del Estado. Las estaciones de metro moscovitas, durante la Gran Guerra Patria, sirvieron de refugios antiaéreos subterráneos. En la estación "Mayakovskaya" se encontraba la sede del puesto de mando de la defensa antiaérea de la ciudad, y en la estación "Kirovskaya" (actualmente "Chistie Prudi") el Estado Mayor Central.

“Vystavochnaya”El diseño del vestíbulo interior es de un estilo y de una gama de colores único. Las columnas están cubiertas con mármol de color café, las paredes de color beige; los vitrales, las barandas y elementos decorativos están hechos de acero inoxidable pulido.
Durante la construcción del metro de Moscú, fueron utilizados más de veinte variedades de mármol, tales como piedra del Labrador, granito, pórfido, rodonita, ónice, y otros tipos de piedra para la construcción.
Las instalaciones subterráneas están hermoseadas con estatuas, relieves, composiciones decorativas monumentales (pinturas, mosaicos, vidrieras y frescos) de los artistas más importantes del país. Los arquitectos y constructores del Metro de Moscú no sólo crearon un ambiente confortable para los pasajeros, sino le dieron a cada estación una imagen individual.

Arbátskaya (línea Arbatsko-Pokróvskaya) La decoración de la estación está hecha en el llamado estilo barroco de Moscú, formado a principios del siglo XVIII. Las paredes de los andenes se remataron con azulejos de cerámicas esmaltadas: en la parte superior, de color blanco, en la parte inferior, negro. Los pilares de la sala central de la estación en la parte baja están revestidos con mármol rojo de Crimea y decorada con ramos de flores de cerámica.


Como Moscú es una ciudad que cuenta con casi 15 millones de habitantes y tiene un tráfico muy intenso, su metro es uno de los primeros del mundo por densidad de pasajeros: transporta alrededor de 3 341 500 000 personas al año y cerca de 9,2 millones de personas lo utilizan al día. Así, para muchos moscovitas ha llegado a ser una parte necesaria de la rutina cotidiana y la mayoría de los pasajeros pasa en él más de una hora diaria.


Aprovechando que los moscovitas pasan una buena parte de su vida en el metro, la dirección del subterráneo ruso ha elaborado e inaugurado varios proyectos culturales que tienen como objetivo el crecimiento del interés de los moscovitas por la literatura, la historia y el arte nacional e internacional.Por ejemplo, existe un proyecto de promoción de la cultura llamado “el Moscú que lee”, y los vagones que participan en él no tienen publicidad. En vez de esto, están decorados con fragmentos de obras de escritores rusos o incluso de poetas extranjeros, como es el caso de la iniciativa de los vagones de poesía chilena. “De todas formas algo siempre está escrito en las paredes,” comenta el director del proyecto del Instituto del Libro, Alexandr Gavrílov. “Además, me gusta que el metro ruso siga desarrollando la idea del laureado Nobel, el poeta Iósif Brodski, sobre los versos en los espacios comunes. A decir verdad, el primero que pensó en colocar lírica en el subterráneo fue Brodski, pero el elegido fue el de Nueva York. "Cuanto más cercanos a la persona están los versos, más fácil encuentran su camino hacia ella”, destacó. De esta manera los autores del proyecto recuerdan a los pasajeros lo grande que es el placer de leer a un clásico.

“La Moscú que lee”, ofrece en su interior imágenes de personajes famosos de la literatura rusa y fragmentos de obras literarias rusas y extranjeras.


Sin embargo el proyecto 'Moscú que lee' no es el primero en una serie de proyectos culturales e históricos lanzados por el metropolitano de Moscú. Asimismo existen otros, como, por ejemplo, la galería pictórica en el tren 'Acuarela'; el convoy conmemorativo 'El arco de Kursk', lanzado en el 60 aniversario de la batalla de Kursk de la Segunda Guerra Mundial y el tren 'La flecha Roja' puesto en marcha para el 75 aniversario del lanzamiento del convoy homólogo que cubría la ruta Moscú-San Petersburgo, entre otros.
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